lunes, 18 de abril de 2011

Temo, pues desconozco.

Se despertó con un golpe, abrió los ojos y se percató de que no reconocía el lugar.
Llevaba la misma ropa que el día anterior y tenía las palmas de las manos manchadas de sangre.
Intentó ponerse de pie pero no podía moverse de tronco para abajo, se hallaba inmovilizada.
El pelo largo pegado a su cara a causa del sudor, rubio y sucio, la agobiaba, quería salir de ese lugar.
Se encontraba en una habitación con una cama y tan sólo una ventana, tan pequeña que no cabría ni su mano.
Gritó desde lo más hondo de su pecho, tal vez por miedo, tal vez por la situación, tal vez por el desconocimiento.
No podía moverse, oía ruidos tras la pared, ruidos no melodiosos. La provocan miedo, temor, horror.
Sin poder moverse, en el suelo, chilló aún más fuerte, gritó con todas las fuerzas, se arañó las piernas con la intención de despertarlas, con el fin de sentir algo y poder despertarlas. Sólo quería huir, correr, cerrar los ojos y que todo se evaporase...
De pronto el ruido se aproximo más. Mayor miedo en su cuerpo, respiración fuerte y rápida, buscando cualquier cosa que la ayude en ese momento. Ni siquiera encontró una puerta, no había nada. ¿Como habría entrado? ¿Quién habría organizado esto? ¿Cómo había llegado hasta ese lugar?
Una voz hacia eco en el cuarto, una voz ronca, grave, de hombre. Una voz que implantaba el miedo, que llevaba al temor, una voz que pronunciaba paulatinamente:
"Te quise ayudar...te negaste... aquí están las consecuencias de tus actos..."
Ella, asustada, sin entender comenzó a gritar sollozando:
"¿Quién eres? ¿Qué quieres? Porfavor, dejame salir... porfavor...Lo siento, sea lo que sea lo que haya hecho, lo siento.. ¡Déjame salir!"
Mientras la chica gritaba, de la pequeña ventana comenzó a entrar una especie de humo.
Ella, se negaba a respirar ese humo, se negaba a rendirse sin luchar.
Intentando defenderse, salvarse, o intentando hacer algo por ella misma, gritó, chilló, se arañó, intento mover su cuerpo en todas direcciones, buscando un lugar de protección, escapando...
Se sentía cansada, y el humo provocaba un efecto con el que sus ojos reclamaban la oscuridad, de pronto todo era borroso, sin ruidos, sin movimientos, sin conciencia... dificilmente respirando...
¿Qué queda? Un cuerpo desplomado en el suelo, silencio, una niebla en la estancia... nada.

Laura Calvo (Kira)

3 comentarios:

  1. Dios.. me lo he leido entero, era largo sí jajaja y encima ahora veo blanco! Espero que nunca me mandes un humo de esos vaya a quedarme ahí tirada xD

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  2. =) Este ya lo habia leido en tu cuaderno :)
    y ya sabes que me gusta como todos, eee pasate por mi blog mona y a ver que tal jaja
    y te siiigo por cierto o bueno al grupo tres en general, que EJEM que podiais hacer lo mismo =)
    Andrea

    PD: UUUUUEEEEEEEE!

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  3. Me ha encantado el relato, te mantiene con la intriga y el suspense, sigue escribiendo, nunca pares xD

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