sábado, 30 de abril de 2011

Temo, pues desconozco IV

Sonrisa en su cara, corazón latiendo a mil por hora, sabor en sus labios, y una fecha difícil de olvidar. ¿Motivos? Un beso, un novio, un sueño hecho realidad, una alegría sin final . . . una pesadilla sin final.
Iba en el autobús de vuelta a casa y por la ventana observaba la noche de Madrid iluminada por unas farolas que miran hacia el suelo desde las alturas. El i-pod en el bolsillo escuchando cualquier canción, lo que ella quería era pensar en lo bonito de es situación. Llega su parada, y se dirige a casa, esta agotada de nadar, y quiere descansar.
Marta no vivía en el barrio más rico, ni el barrio más seguro. Vivía de la ropa que heredaba de su hermana y laboriosamente conseguía tener todo lo que el instituto la obligaba. Sabía defenderse en caso de ataque, sabía luchar por su vida, pero hoy no podía, vivía en las nubes.
Golpe seco en la nuca. Perdida inmediata de la conciencia. Su cuerpo se desploma contra el suelo. Su agresor la levanta del suelo y la arrastra hacia un coche que sale corriendo a todo gas.
EL i-pod con la música aún puesta sonando, una canción sonando en el silencio de las calles de un viejo barrio de Madrid, dos gatos maúllan y un grupo de jóvenes con ganas de fiesta pasan al lado de las pertenencias de Marta tiradas en la calle.

Marta está en una habitación blanca, sólo una cama y una pequeña ventana son la decoración del extraño lugar. No puede pensar con claridad, aún le duele la cabeza. No tiene sensibilidad en las piernas, no puede moverse.
Un escalofrío recorre su cuerpo cuando oye un grito, un grito profundo, desesperado, agonizante... Ruido de metales, instrumentos cayendo en bandejas, gritos de dolor y horror.
Marta siente miedo, no sabe que ocurre, no sabe porque, y oye pasos cada vez más cerca. Mira a los lados no hay nada, no hay nadie... ¿Y su móvil?¿Algo?
Una voz profunda, ronca, ruda y áspera. 7 palabras a cada cuál peor
-Te quise ayudar..no me dejaste... ¡pagarás!
-¿Quién eres?¿Qué quieres de mí?¿Qué he hecho? ¡Da la cara cobarde!¿Qué quieres de mí? - Lágrimas de impotencia caen por sus mejillas, paulatinamente recupera la sensibilidad de las piernas, justo entonces un leve humo blanco comienza a entrar desde la ventanilla. Una voz desde el cuarto de al lado, una voz cansada, agotada, moribunda:
-No evites el humo...será peor.. así no te enterarás...
Marta no puede respirar. Marta se siente cansada. Marta cae al suelo, sin fuerzas, sin luchar.
Marta acaba de entrar en el juego
Laura Calvo (Kira)







1 comentario:

  1. Por fin!!! al menos ya se sabe algo mas, a saber de que ira el juego, seguire esperando la siguiente parte xD

    ResponderEliminar