martes, 10 de mayo de 2011

Guerra Santa

No amigos, no estamos en el siglo XI, ni hablamos de Ricardo "Corazón de León", ni de Jerusalén, no amigos, hablo de Egipto, donde se suceden las matanzas y detenciones por revueltas religiosas entre musulmanes y cristianos. La última se produjo el pasado 8 de mayo y se saldo con 190 detenidos, 186 heridos y 12 muertos en el asalto de una iglesia cristiana por parte de radicales islamistas. Parece ser que el fervor religioso no murió con las Cruzadas, se mantiene viva la llama de la intolerancia religiosa en un país donde colaboraron codo con codo todos los egipcios para derrocar al dictador Mubarak. La memoria debe de habérseles borrado una vez conseguido el fin común y, al igual que los aliados tras la Segunda Guerra Mundial, han generado un odio irracional por el que no hace mucho consideraban amigo. Espero que este hecho sea aislado y que la paz y tolerancia vuelva a un país que aun precisa de cooperación interna para regirse con normalidad.

Guillermo Jiménez Gisbert

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