lunes, 30 de mayo de 2011

Spanish revolution

15 de mayo de 2011, los primeros indignados toman la puerta del Sol en Madrid, junto con numerosas plazas en todo el país. La revolución ha empezado.


16 de mayo de 2011, los indignados de Sol son desalojados en unos altercados con la policía.


17 de mayo de 2011, grandes grupos de indignados se concentran en toda España y en ciudades del extranjero como pueden ser París, Londres o Lisboa, siendo la de Sol la más destacada. Al anochecer se concentran en el km 0 español más de 12000 personas, todas ellas organizadas bajo diversas comisiones como la de respeto, comunicación, legislativa...


18 de mayo de 2011, en Madrid, los manifestantes montan una carpa como centro de operaciones e instalan una web cam desde donde seguir en directo los acontecimientos. Periódicos de todo el mundo se hacen eco de las protestas (The Washington Post, Le Monde, New York Times...) 


19 de mayo de 2011, diversas Juntas Electorales prohíben las manifestaciones en sus respectivas Comunidades Autónomas, si bien son ignoradas y los indignados permanecen impasibles. Al final del día la Junta Electoral Central prohíbe las concentraciones en Sábado de Reflexión.


20 de mayo de 2011, en Sol se llegan a concentrar 28000 personas y se extienden las concentraciones a 480 ciudades.


21 de mayo de 2011, la jornada de reflexión comienza con un minuto de silencio seguido de aplausos y gritos por parte de los manifestantes. 28000 personas llenaron la puerta del Sol; en Valencia, 10000 personas hicieron lo mismo en la Plaza del Ayuntamiento; en Málaga, 8000 personas se congregaban en la Plaza de la Constitución; en Sevilla se reunían 4000 personas en la Plaza de la Encarnación. En Barcelona más de 5000 personas asistían a la cacerolada que se convocaba a las nueve de la noche en la Plaza de Cataluña, 3000 en Bilbao y 3000 en Palma de Mallorca.


22 de mayo de 2011Los concurrentes a la asamblea del mediodía en la Puerta del Sol, la más numerosa hasta entonces, decidieron continuar con las protestas una semana más como mínimo.Las diferentes acampadas se mantuvieron ajenas a las elecciones, resultando de éstas ganador el PP por una abrumadora mayoría. Los primeros análisis apuntaron a que el movimiento de los indignados pudo influir en la pérdida de poder del PSOE (en el gobierno) y en el aumento de votos blancos y nulos, que duplicaron sus porcentajes, alcanzando máximos históricos.


Los diferentes campamentos decidieron permanecer tras las elecciones, con el objetivo de mantener vivo el movimiento, generar nuevas propuestas y obligar a los políticos a contemplar la posibilidad de cambios en el sistema. Tras las elecciones, algunos días se produjeron incidentes.



”¡Democracia

Guillermo Jiménez Gisbert

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